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¿COMO ELEGIR LA ALMOHADA ADECUADA?

¿COMO ELEGIR LA ALMOHADA ADECUADA?

LAS CARACTERÍSTICAS A CONSIDERAR PARA ENCONTRAR LA ALMOHADA PERFECTA

El colchón es probablemente el elemento más relevante dentro de la zona de la cama. De hecho es el más grande, el que alberga nuestro cuerpo, es el producto que muchas veces supone la mayor inversión, en cuanto a costes y espacio, por lo que es el que parece jugar el papel más importante para un buen descanso, junto con el somier.

Pero ojo: ¡Nunca olvides la almohada! De hecho, una buena almohada es tan esencial como un buen colchón, para garantizar un buen descanso y dormir sin problemas. ¿Cómo? En primer lugar, sirve para sostener la cabeza y el cuello, manteniéndolos en una posición cómoda y correcta: sin almohada no se puede dormir, al menos no de manera saludable. Además, sirve para mantener la columna en la posición correcta, favoreciendo la relajación muscular.

Por lo tanto, elegir el modelo correcto es muy importante para garantizar una buena noche de sueño, pero encontrarlo no siempre es tan fácil. Hay muchas necesidades diferentes y muchas propuestas por evaluar. Solo conozca sus necesidades y preste atención a algunos elementos simples.

ATENCIÓN A MATERIALES

Uno de los principales factores a considerar son los materiales que componen la almohada, porque, obviamente, determinan sus propiedades. Entre los principales materiales encontramos:

-Piuma, el acolchado más clásico, que de otro modo puede sustituirse por fibra.
-Látex, que tiene excelentes propiedades hipoalergénicas y antibacterianas, además de acompañar a menudo muy bien la posición de la columna.
-Espuma viscoelástica, que ofrecen un excelente soporte porque se adaptan a la conformación específica de nuestro cuerpo.

Además, no debe olvidarse que incluso la forma de la almohada puede cambiar ligeramente; de ​​hecho, las almohadas anatómicas están diseñadas para seguir aún mejor la curva natural del cuello y la nuca, ofreciendo un apoyo aún más específico.

DUREZA Y ESPESOR

En cuanto a la dureza de la almohada, esa es su textura y tacto, la mejor elección es claramente muy personal. Cada uno de nosotros prefiere una almohada más suave o más dura, y nos llevamos mejor con estas. En general, es mejor elegir los medios adecuados, con una almohada que no sea demasiado rígida pero tampoco demasiado blanda.

Si el compromiso correcto es a menudo la mejor solución, esto también se aplica al grosor de la almohada, que por lo tanto no debe ser ni demasiado alto ni demasiado bajo. Una almohada demasiado baja, de hecho, corre el riesgo de no sujetar adecuadamente el cuello y la nuca, creando una posición incómoda y, a la larga, dolorosa. Uno que es demasiado alto, por otro lado, podría empujar el mentón demasiado hacia abajo, creando una presión incorrecta en el cuello.

¡OJO A LA POSICIÓN!

Como se mencionó, la almohada debe adaptarse a la persona específica y sus necesidades y preferencias. Y, quizás, no hay nada más personal e individual que la posición en la que duermes. Sí, esto también afecta a la elección de la almohada: dormir en una posición determinada u otra implica una cierta presión en el cuello y la nuca, que por lo tanto debe equilibrarse con la almohada adecuada. ¿Cual?

-Los que estén acostumbrados a dormir boca arriba deben soportar la curvatura de las cervicales, incluidos el cuello y los hombros. En comparación con los que duermen de costado, la almohada debe tener una altura más baja; la mejor solución suele ser la clásica almohada de plumas o la de Memory Foam.

-Los que duermen de costado deben tener una altura mayor, pero no excesiva, para sostener la cabeza sin que se «hunda», por lo que tampoco debe ser demasiado blanda. La almohada debe llenar la distancia entre los hombros y la cabeza, alineando así la columna. Aquí una almohada anatómica puede ser una buena solución, así como látex o Memory.

-Por otro lado, quienes duermen boca abajo, en decúbito prono, deben preferir almohadas bastante bajas y suaves, para mantener la cabeza lo más cerca posible del colchón; en este caso, de hecho, la cabeza ya está alineada y no se necesitan elevaciones excesivas.

LA ALMOHADA PARA QUIENES SUFREN TRASTORNOS LIGEROS

La elección de la almohada debe tener en cuenta los problemas a los que cada persona pueda estar sujeta individualmente. Por ejemplo, si padece trastornos cervicales, la mejor solución es una almohada anatómica, diseñada para ofrecer la mejor ergonomía y permitir la correcta alineación entre la cabeza y la columna, a fin de reducir la inflamación y las molestias.

Aquellos que son alérgicos, por ejemplo a los ácaros del polvo, deben elegir almohadas hechas de materiales hipoalergénicos y antibacterianos, como látex o espuma viscoelástica. De hecho, estos permiten una buena transpiración y una buena circulación del aire que evita la formación de moho y el estancamiento de los ácaros del polvo.

¿CÓMO MANTENERLO SIEMPRE EN EL MEJOR ESTADO?

Para mantener la almohada y sus propiedades siempre en su mejor momento, es bueno cuidar un buen mantenimiento de la misma, para así conservar sus características en el tiempo y asegurar años de sano descanso. Por ejemplo:

-Ventile la almohada todas las mañanas al hacer la cama.
-Gírelo regularmente, para evitar deformaciones notables solo en un lado.
-Compre una almohada lavable, que se puede lavar una o dos veces al año.
-Cúbralo con fundas de almohada para lavarlo regularmente (1 o 2 veces al mes) e inserte una funda protectora lavable entre la funda y la almohada.

Agregamos que, como siempre, la realización de la almohada en sí es fundamental, porque la calidad del sueño depende de la calidad de los elementos que nos rodean mientras dormimos – no menos la almohada. La elección de almohadas fabricadas con materiales de alta calidad, como las propuestas por Farmaflex, ayuda a crear una mejor zona de descanso y a garantizar un sueño verdaderamente reparador y saludable.

¡Ten un buen descanso!

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